Diamantes certificados

Qué son los diamantes certificados

Los diamantes certificados son aquellos que han sido evaluados por algún laboratorio gemológico y cuentan con su aprobación, garantizando así la autenticidad y la calidad de la gema. Estos laboratorios realizan una valoración imparcial y muy precisa de cada diamante, elaborando informes minuciosos que contienen todos los detalles relativos a los mismos.

El gran valor de los diamantes supone realizar una inversión al adquirir uno o varios de ellos, por lo que disponer de la mayor cantidad de información fiable sobre los mismos avalará la seguridad de tu compra. 

Gracias a estos certificados, podemos asegurarnos de que un diamante tenga el precio adecuado, acorde con la calidad de su talla, brillo y sus diferentes características, por lo que, de esta manera, los certificados contribuyen a la seguridad y tranquilidad de los compradores.

En Castellano Joyeros nuestros diamantes cuentan con los certificados de algunos de los laboratorios gemológicos internacionales más prestigiosos, como son el Instituto Gemológico Americano o GIA (Gemological Institute of America), el Consejo Superior del Diamante de Amberes o HRD (Hoge Raad voor Diamant), y el Instituto Gemológico Internacional o IGI (International Gemological Institute).

Cómo elegir un diamante certificado

Es común para los compradores novatos interesados en invertir por primera vez en estas gemas el no saber bien cómo elegir un diamante certificado. Para que el proceso de elección sea más sencillo, existen algunas pautas que puedes seguir.

En primer lugar será fundamental valorar las propiedades del diamante certificado en concreto. Las características más importantes que determinan la mayor o menor calidad de un diamante con respecto al resto son las conocidas como las 4C’s: color (del inglés color), pureza o claridad (clarity), talla o corte (cut) y peso o quilates (carat). Estas cuatro propiedades aglomeran los aspectos más relevantes para decidir qué diamante escoger, y en las que hay que basarse para apreciar su valor con la mayor precisión posible.

A la hora de escoger qué diamante certificado adquirir, otro paso aconsejable es el examen visual de los mismos por parte del comprador, para poder así comprobar el persona que la gema posee las características deseadas. Es fundamental realizar esta revisión con las condiciones lumínicas adecuadas, a ser posible a la luz del día, de forma que sea posible apreciar correctamente los detalles y la calidad del diamante. En caso de que la luz natural no sea suficiente o las condiciones climáticas perjudiquen la calidad de la misma, en las joyerías especializadas suelen contar con lámparas de luz fría, que permiten observar de forma apropiada el brillo, la talla, la pureza y el color del diamante.

Además de la evaluación personal del comprador, la información detallada en el certificado del diamante será esencial para elegir entre la oferta disponible. Los certificados son el resultado de  exámenes exhaustivos, imparciales y profesionales, en los que se reúne toda la información sobre las características y calidad del diamante. Por ello, todos los datos contenidos en los certificados gemológicos jugarán un papel muy importante para escoger entre unos diamantes u otros, de acuerdo con tu presupuesto y las características que busques.

Es muy recomendable solicitar siempre el certificado gemológico del diamante cuando este supera los 0,50 quilates de peso, o incluso desde los 0,30 quilates (ct). El peso de la gema, si bien no determina tanto la calidad de la pieza como el corte o el color, sí que influye en gran medida en el precio final de la misma. Por ello, para asegurarte de que el coste del producto es el adecuado y que se corresponde con el valor del diamante, es conveniente consultar su certificado gemológico, especialmente cuando el precio empieza a ser cuantioso.

Cuál es el mejor diamante certificado

Incluso para los profesionales, en muchas ocasiones no es sencillo ponerse de acuerdo en cuál es el mejor diamante certificado, por lo que es normal que, si es la primera vez que vas a comprar un diamante, tampoco te resulte fácil decidir cuál comprar. Sin embargo, siempre contarás con algunos factores de los que puedes partir para guiarte en tu elección.

Para saber cuál es el mejor diamante certificado será necesario tener en cuenta las características principales de estas gemas, las 4C’s que ya hemos mencionado: su talla, color, pureza y peso. 

El corte o talla representa uno de los aspectos más importantes de los diamantes certificados, ya que su calidad será la que determine la cantidad de luz que la gema sea capaz de reflejar y, por tanto, el brillo de la misma. Al apreciar un diamante, uno de los factores más llamativos es su brillo, la luz que es capaz de reflejar gracias a sus proporciones. 

Existen diferentes tipos de corte en función de la forma final del diamante, como la talla marquise, princesa, pera o esmeralda pero, sin lugar a dudas, la más valorada y la que permite sacar el mayor brillo del diamante es la talla brillante. Se trata de la talla más común y la que puede potenciar en mayor medida la luminosidad de la gema. La proporción, simetría y pulido del corte jugarán un papel fundamental a la hora de valorar el diamante. Si el tallado es demasiado profundo o demasiado, la luz no se aprovechará de la forma idónea. De esta manera, el corte del diamante es el único criterio que depende de la acción humana.

En los certificados la brillantez del diamante se evalúa de acuerdo con diferentes parámetros como su proporción, su pulido y su simetría, que se miden con porcentajes y ángulos para poder clasificar sus resultados. Estos rangos se nombran en función del certificado, pero suelen dividirse en pobre, regular, buena, muy buena y excelente. En las joyerías se suele contar únicamente con la clasificación muy buena o excelente, los rangos que es recomendable buscar también a la hora de comprar.

En cuanto al color del diamante, este se determina en función de una escala de letras que se extiende desde la D a la Z, siendo la D el color más blanco o transparente, y la Z los tonos más amarillos o amarronados. Los colores desde la D a la K se denominan colores blancos, y son los más valorados. A partir de estos, la tonalidad amarilla se va pronunciando más. Fuera de este rango podemos encontrar los diamantes fantasía, de colores poco frecuentes y que más se encarecen cuanto mayor sea su intensidad. La tasación de estos diamantes es distinta a la de los transparentes o blancos.

La claridad del diamante se refiere a su pureza, que se determina por el número de inclusiones, marcas o fisuras que la gema contenga. Cuantas menos inclusiones posea un diamante, desviará menos luz y reflejará más, por lo que su pureza y su valor serán mayores. Los certificados gemológicos clasifican las inclusiones según su número, ubicación, tipo y tamaño.

Se consideran diamantes perfectos, que se clasifican como F (Flawless) o IF (Internally Flawless)  aquellos cuyas inclusiones no son visibles utilizando una lupa de 10 aumentos. Cuando las inclusiones son muy difíciles de ver incluso con estos aumentos, la pureza se clasifica como VVS1 y VVS2, y cuando son algo mayores, su clasificación es VS1 y VS2. No es recomendable adquirir  diamantes donde las inclusiones ya son apreciables a simple vista.

Si bien se busca que un diamante tenga las menores inclusiones posibles, el mapa de pureza de  un diamante natural lo hace único e irrepetible, permitiendo distinguirlos de diamantes artificiales, sintéticos o falsos.

Finalmente, el carat o peso de un diamante se mide en quilates, cuya unidad equivale a 0,2 gramos. El precio de los diamantes aumenta exponencialmente con respecto a su peso debido a la escasez del material, pero ello no indica que sea de mayor calidad. Es importante buscar los diamantes con la mejor relación calidad-peso.

Por otro lado, cuando hablamos de diamantes certificados, otro factor importante que debemos conocer es el laboratorio gemológico que elaboró el informe. Son varios los laboratorios de renombre donde se evalúan los diamantes, que se consideran minuciosos e imparciales por el gremio. La mayoría de los certificados se realizan en los laboratorios GIA, HRD e IGI. El laboratorio gemológico más prestigioso actualmente es el GIA, ya que es conocido por sus exigentes criterios de evaluación.

Dónde comprar diamantes certificados

Una vez te hayas decidido a hacerte con una de estas gemas, quizás te preguntes dónde comprar diamantes certificados. La opción más recomendable es acudir a joyerías profesionales, donde sus especialistas podrán orientarte personalmente y resolver tus dudas acerca de cada pieza. De acuerdo con tu presupuesto, podrán indicarte mejor qué diamante será el más adecuado para ti, ofreciéndote los diamantes con la mejor calidad-precio según tus intereses.

En caso de no disponer de este tipo de joyerías en tu municipio, o de que prefieras comprar a un establecimiento o marca fuera de tu ciudad, hoy en día son cada vez más las joyerías que ofrecen a sus clientes la opción de comprar diamantes certificados online. Gracias a este tipo de tiendas podrás acceder a su catálogo y consultar sus productos sin necesidad de desplazarte.

En Castellano Joyeros contamos también con una tienda online donde poder adquirir tus diamantes de forma cómoda y con total seguridad, además de recibir tus pedidos sin pagar gastos de envío desde cualquier punto de España. También podrás realizar consultas poniéndote en contacto con nosotros antes de realizar su compra, para solventar tus dudas, solicitar diseños personales o recibir consejos para que obtengas el diamante perfecto para ti.

Todos nuestros diamantes cuentan con los certificados gemológicos internacionales de  GIA, HRD e IGI, lo que garantiza la autenticidad y calidad de nuestra oferta.

También puedes encontrar diamantes certificados en otras plataformas de comercio electrónico y tiendas online conocidas y seguras, aunque es menos recomendable realizar este tipo de inversión en tiendas no especializadas.

Por qué elegir un diamante certificado

Si deseas comprar diamantes por primera vez, es posible que no sepas por qué elegir un diamante certificado es la opción más recomendable. Sin embargo, dentro del gremio este representa un factor que cada vez se considera más un requisito para asegurar la calidad de la gema. Son varios los motivos por los que elegir un diamante certificado:

Como se ha mencionado anteriormente, la escasez de los diamantes hace de ellos un material cada vez más valioso, por lo que en muchas ocasiones su compra puede implicar una importante inversión para el cliente. Por ello, lo más recomendable es informarse adecuadamente, buscar vendedores fiables y tratar de obtener las mayores garantías posibles.

En este sentido los certificados juegan un papel fundamental. Que el diamante cuente con un certificado gemológico te permitirá comprobar que sus características y su origen se corresponden con los indicados por el vendedor, de manera que podrás adquirirlos de forma segura y fiable por el precio adecuado, sin temor a estafas o tasaciones erróneas.

Los certificados gemológicos son un seguro y una prueba tanto de la calidad como de la veracidad del diamante. Suponen un valor añadido para el diamante como inversión, y también será una garantía para otros compradores en caso de que desees venderlo en un futuro.

Es tanta la importancia de los certificados gemológicos para los diamantes, que incluso se han llegado a considerar como una quinta C en las características esenciales de los mismos, siendo tan importantes para valorarlos como el corte o el color de estas gemas.

También cabe destacar que, para los diamantes de menor peso, interiores a los 0,5 o los 0,3 ct, puede no resultar rentable añadir al precio el coste de la certificación, siempre que confíes plenamente en la fiabilidad del vendedor. Aunque cada vez es algo menos habitual, muchas joyerías ofrecen diamantes sin certificación para que sus diamantes tengan un valor más asequible. Es por eso que se ha llegado a hablar de una nueva característica fundamental para los diamantes: la confianza en la joyería, o 6C. 

A pesar de ello, y aunque el no contar con el certificado gemológico en los diamantes de menor peso y precio bajo pueda ser más rentable tanto para el cliente como para el vendedor, una vez el diamante supera cierto peso, la certificación se volverá un requisito indispensable para garantizar una compra segura, acreditando su calidad de forma profesional.  

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